Con la misma fuerza y determinación del dios Tritón, en Cúcuta nació hace apenas unos años un club que transforma vidas y hace la diferencia en Norte de Santander. Surgió como un espacio dedicado a la inclusión y la formación deportiva para personas con discapacidad, aportando a su desarrollo deportivo, social y personal.

Se trata de Tritones del Norte, un club de paranatación que le apuesta a un cambio en esta disciplina deportiva a nivel departamental, demostrando que la verdadera fuerza se encuentra en la capacidad de seguir adelante, incluso en medio de las adversidades.

Fue creado en el año 2022 por Jairo Bautista, presidente y a la vez entrenador del equipo, quien vio la necesidad de contar con un club que se preocupara por el bienestar de deportivo de los paranadadores.

Su principal apuesta ha sido impulsar atletas que, gracias a su dedicación, constancia y esfuerzo, encuentran en este deporte asistido una nueva oportunidad que les da la vida.

Un susurro

Jairo Bautista es un maestro nato que lleva la paciencia y dedicación a flor de piel. Desde 2008 viene trabajando para impulsar jóvenes nortesantandereanos en sus carreras como deportistas. Dejó de lado la natación convencional, cuando la jefa del área técnica de Indenorte le planteó que si era capaz de trabajar con personas con discapacidad. Fue un reto, pero quiso apostarle a la natación adaptada. Y así fue como, de una manera desinteresada, se comprometió a incursionar en un escenario diferente, pero con grandes oportunidades de aprendizaje.

Para Jairo, esto no solo fue un desafío, sino un llamado. Y es que, aunque no se considere una persona creyente, hay ciertas conexiones que han provocado momentos especiales en su vida. En su historia, por ejemplo, hay una situación que lo marcó demasiado.

Su esposa enfrentó numerosas complicaciones para lograr un embarazo, atravesando momentos difíciles y llenos de angustia. Sin embargo, la bendición de ver nacer a su hijo transformó su vida. Él se ha convertido en su motor y con un corazón noble y agradecido, Jairo se entrega a este camino.

Para muchos, asumir la misión de dirigir un grupo de natación asistida no debe parecer fácil, pero en sus ojos es posible percibir el orgullo que siente por sus paranadadores. Sabe que ellos están destinados a lograr grandes cosas. “Yo prometí que esto era lo mío. Sé que hay un ser superior que me está diciendo: ya hicimos algo por usted, usted ahora haga algo por los demás”, indica Bautista con un dejo de nostalgia.

Con más de 40 años de trayectoria en esta área deportiva, Jairo obtuvo su primera experiencia en ese nuevo campo con Orlando Pérez (paranadador con Síndrome de Down) en los Paranacionales de 2008, y cuatro años después, en los IV Juegos Paranacionales 2012. En 2019 conoció a Cristian Molina, con quien logró, en Cartagena, una medalla de bronce. Tiempo después, con este último deportista, Jairo comenzó a labrar el camino de conformar el Club Tritones del Norte para poder llegar a más competencias.

Con disciplina y motivación, Jairo Bautista impulsa a los paranadadores del Club Tritones del Norte hacia el éxito.

El comienzo de todo

Para Cristian, cada triunfo refleja esfuerzo y pasión por el deporte.

Cristian Molina no solo ha sido un aliado para Jairo Bautista en su misión de llevar la paranatación de Cúcuta y Norte de Santander a ligas nacionales y lograr que hoy puedan decir con orgullo que hacen parte de la Federación Colombiana de Paranatación. Juntos legalizaron el club, lo que permitió su registro para poder acceder a recursos y participar en eventos.

Con el tiempo, este paranadador asumió el cargo de vicepresidente del club, pero, además, su historia se convirtió en un referente a través del cual demostrar que la adversidad no es un obstáculo para todo aquel que quiere avanzar en las aguas profundas de la superación.

Molina incursionó en la paranatación después de que, en un intento de asalto, una bala le impactara a nivel cervical (vértebras C4 – C5) dejándolo en condición de cuadriplejia. Este episodio cambió en un instante su vida, sin embargo, paradójicamente, encontró en su condición una nueva oportunidad.

A los 19 años, después de dar muchas vueltas, investigó y descubrió la paranatación. En medio de esa exploración conoció a su entrenador Jairo Bautista, quien se convirtió en un ángel y en la persona que lo llevó a sacar a flote un potencial que quizás en otras circunstancias no hubiera experimentado.

Hoy en día es un paranadador con una trayectoria destacada. Su primera participación fue en 2017 en Medellín. En 2019 clasificó a los Juegos Paranacionales y en ese mismo año logró ganar en Cartagena una medalla de bronce, de la cual se siente sumamente orgulloso. Participó en juegos clasificatorios en Villavicencio y Barranquilla. Y la más reciente competencia fue en los Juegos Paranacionales del Eje Cafetero 2023.

Para él, el deporte es una manera de afrontar la vida, tener una estabilidad emocional y mental, pero, sobre todo, poder salir adelante a pesar de las circunstancias que se puedan presentar. Mantenerse saludable es esencial para Cristian; es una parte muy importante de su vida. Hacerlo le permite conectar mente, corazón y cuerpo.

“ El deporte es una herramienta para transformar vidas, para vivir bien, saludables y para tener una estabilidad emocional”, dice.

Para él no hay límites. Hoy en día es abogado de la Universidad Libre, seccional Cúcuta, y aunque ya su tiempo completo no esté en la paranatación, como vicepresidente del club siempre está alentando a más jóvenes para que hagan parte de esta familia.

Encontrando su rumbo

La paranatación ha transformado la vida de muchos jóvenes en Cúcuta de manera profunda. A través de este camino han aprendido a superar adversidades con valentía y a enfrentar desafíos con determinación. Su esfuerzo y dedicación no solo impactan sus propias vidas, sino que se convierten en inspiración para quienes los ven y los conocen. Son un ejemplo vivo de que rendirse no es una opción y que cada brazada simboliza un paso hacia un futuro lleno de posibilidades.

Es por esa razón que Tritones del Norte no es solo un club en busca de nuevos talentos para competir, sino un espacio para acoger a quienes tienen el corazón dispuesto a latir con cada sueño cumplido y a ir más allá de los límites.

Este es el caso de Sharay Villamizar y Lis Cambas, dos jóvenes que han dado sus primeros pasos en el mundo de la paranatación, emprendiendo una emocionante carrera deportiva y comenzando a materializar sus metas y a construir un futuro prometedor, lleno de oportunidades.

Sharay, quien se caracteriza por ser una persona tímida y reservada, ingresó a este deporte tras ser diagnosticada con escoliosis, una condición que le descubrieron a raíz de una tortícolis y que la llevó a someterse a una complicada cirugía de cinco horas, de la cual salió con éxito.

La paranatación, considerada como un deporte completo, le ha brindado a ella la oportunidad de fortalecerse tanto física como emocionalmente. Cada movimiento en el agua no solo le ayuda a mejorar su resistencia, sino que también contribuye a su crecimiento como persona y deportista.

Cuando no está en la piscina, Sharay encuentra alegría en el baile, que complementa su amor por el movimiento. Su mayor inspiración en la paranatación es su mamá, Jennifer Delgado, quien es un pilar en su vida. Gracias a su apoyo incondicional, ella ha elegido este camino, viéndolo como una puerta abierta hacia un futuro más brillante.

Jennifer la considera como una niña muy fuerte. El apoyo incondicional de su familia le proporciona la confianza necesaria para perseguir sus sueños y es por eso que, como su mamá, se asegura de recordarle constantemente lo capaz que es, fortaleciendo su vínculo y motivación.

“El amor y la dedicación es fundamental para el crecimiento personal y deportivo de los niños”, dice.

El agua es sinónimo de felicidad y calma para Sharay.

Lis, con una hermosa sonrisa conquista la piscina.

Con una sonrisa radiante que ilumina todo a su alrededor, Lis Cambas se destaca por su personalidad excéntrica y única. Su energía contagiosa la hace una parte fundamental del equipo. Ella es una niña cariñosa y amable, y su calidez se refleja en la profunda conexión que tiene con cada uno de sus compañeros. Siempre está lista para ofrecer un abrazo o compartir una risa y su presencia crea un ambiente alegre. Impulsada por la inspiración de su mamá, esta joven cucuteña ha encontrado en la paranatación una verdadera pasión.

Lis fue diagnosticada con síndrome de Down mosaico, una condición que se desarrolla debido a un error en la división celular durante las primeras etapas del desarrollo embrionario. Esto provoca una mezcla de células normales y células con trisomía 21 en el organismo.

Desde pequeña, siempre le ha fascinado el agua y, de manera empírica, aprendió a nadar. Acompañada de su entrenador Jairo Bautista, ha podido desarrollar su potencial deportivo. Esta actividad no solo le ha permitido crecer como paranadadora, sino que también ha tenido un impacto positivo en su vida cotidiana, ayudándola a enfocarse mucho mejor en todas sus actividades rutinarias. La paranatación se ha convertido en una herramienta valiosa que fortalece su disciplina y confianza.

De acuerdo con el doctor Thailer Joel Cambar, especialista en programas del sector salud y docencia universitaria, la paranatación puede ayudar a mejorar la movilidad, la coordinación, la agilidad, el equilibrio, la fuerza, la resistencia, la flexibilidad y, también, a mantener un peso equilibrado y saludable reduciendo el riesgo de otras posibles enfermedades.

“Partiendo del desarrollo social, la paranatación puede mejorar el autoestima y la superación personal; genera reducción del estrés, la ansiedad y favorece las interacciones sociales. Por otra parte, contribuye al desarrollo cognitivo, puesto que la natación ayuda a crear convivencias y vivencias interpersonales y emocionales, ayudándolos a programar su día a día”, explica el experto.

De ahí la importancia que ha tenido este deporte para la vida de Sharay y Lis, pero también para la de Cristian, Josué, Diego y Richard, y los demás integrantes del Club Tritones del Norte que hoy nadan con tranquilidad en las aguas cristalinas de la superación.

Camino hacia el reconocimiento

Aunque el club solo lleva dos años desde que se creó son varias las competencias en las que ha participado y que les ha permitido darse a conocer. A nivel regional, lograron ganarles a nadadores convencionales. En nacionales, participaron y clasificaron siete de sus deportistas a los Juegos Paranacionales 2022 en Barranquilla. En 2023 lograron representar a Norte de Santander en los Juegos Paranacionales del Eje Cafetero, en la ciudad de Armenia.

La dedicación y energía de estos deportistas es admirable. Cada uno forma una parte muy importante para el Club Tritones, aportando su capacidad y destrezas. A pesar de que las oportunidades no son muchas ni las adecuadas, junto a su entrenador, este equipo ha luchado cada medalla, clasificación y reconocimiento.

“El apoyo institucional está muy flojo. Necesitamos apoyar más a las personas y a los deportistas en condición de discapacidad, porque ellos están demostrando que no necesitas ser convencionales para lograr tus objetivos y eso es sumamente importante”, dice Stephanie Power, delegada Disciplinaria del Comité Paralímpico Colombiano para Norte de Santander.

Actualmente, su principal apoyo es el Instituto de Deportes del Departamento Norte de Santander (Indenorte), que pone a su disposición el complejo acuático ubicado al lado del estadio General Santander, donde se llevan a cabo sus entrenamientos y preparaciones para las competencias.

“Nosotros colaboramos en el proceso de preparación de los deportistas de ese club, que, como afiliado a la Federación, está representando al departamento. Se apoya en todo lo que es la parte física, que es entregar un escenario deportivo, apto para la preparación. Luego, a esos deportistas que ellos han seleccionado para ser parte de la representación del departamento en diferentes competencias nacionales, nosotros los apoyamos con asistencia técnica. Es decir, tienen un entrenador a cargo y asistencia financiera”, explica María Olanda Castellanos, profesional especializada a cargo de la oficina técnica del Instituto de Deportes de Norte de Santander.

Más allá de las dificultades, de lo profundo del agua emerge un susurro para todos aquellos a quienes la vida les ha presentado desafíos significativos, como la discapacidad, en una ciudad donde las oportunidades son escasas. La natación adaptada es un refugio y un espacio para confirmar que no hay limitación alguna más allá de la que impone la mente.

El agua como escenario de grandes historias de vida y deporte.

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