Justo en el momento en que los estereotipos que marcan la sociedad intentaron hacer dudar a José Luis Rodríguez de alternar la medicina con el rock, apareció un nuevo proyecto en su vida que demostró que sus dos pasiones no solo pueden ir de la mano, sino que se complementan: Los Mustangs.
Todo empezó en Cúcuta un día cualquiera del 2016. José Luis quien es guitarrista principal, cantante y compositor de la banda junto a su grupo de amigos, entre quienes estaban José Luis García (pianista - vocalista), Joel Ávila (voz principal - guitarrista), Leonardo Bautista (baterista y saxofonista) y Daniel García (bajista), solían reunirse, pues tenían en común algo más que sus rutinas de trabajo: compartían un amor por el rock que solo ellos entendían. Todos eran adolescentes cuando las guitarras, los bajos y las baterías vibraban en sus corazones y movían sus espíritus de manera rebelde, haciendo que sintieran algo que no era normal.
Pero ahora, ya mayores y profesionales, enfrentados a la realidad de la disciplina y las responsabilidades que conlleva ser un médico radiólogo, arquitecto, ingeniero civil y funcionario público, el rock se convirtió para ellos en una forma de escape a los consultorios, las aulas y las obras, pero también en el camino que eligieron para mantener la llama intacta por este particular gusto.
Fue así como formaron la banda, con la idea de mantenerse activos en ese otro escenario que tanto les gustaba: tocar juntos y demostrarle al mundo que el rock sigue vivo. De esa forma nació Los Mustangs, un nombre que no surgió por casualidad o la simple referencia de una marca de carros; era la imagen de un caballo con fuerza, de algo indomesticable. Un sinónimo de libertad.
Su idea hecha realidad fue tomando fuerza poco a poco, entre la mezcla de aquellos clásicos del rock que fueron famosos en los 80, 90 y principios de los años 2000. Además, empezaron a escribir sus propias canciones, contando sus historias y transmitiendo aquellas experiencias o sentimientos que les sucedían, ya sea en las guardias médicas, los proyectos de construcción, clases u oficinas.
Tocando en español e inglés, Los Mustangs ya cumplen nueve años llegando a quienes como ellos comparten un gran amor por este género y sienten alegría al tener un referente en la ciudad que con el tiempo va ganando cada vez más espacios.
Ensayar para ellos no es una obligación o un deber más; es un momento en el que pueden salir de la rutina, desahogarse y distraerse. Sin importar que hayan tenido un día pesado en sus trabajos, cuando llegan las noches en que se encuentran para afinar sus instrumentos, se vuelven uno solo, entre risas, bromas, acordes o emociones encontradas en cada canción que practican.
Tanto José Luis como sus amigos admiten que ese, talvez, es uno de los mejores momentos de la semana, porque pueden ser ellos mismos, sin presiones.
Aunque para los integrantes del grupo este era más un hobby que un proyecto formal, la pasión que le ponen a sus toques ha hecho que con el paso del tiempo empezaran a ser escuchados y comenzaran a invitarlos a presentaciones, ferias culturales y pequeños eventos. Pero ha sido tal el gusto que han despertado, que ya los convocaron a hacer parte de escenarios más grandes como el Teatro Zulima y festivales regionales.
Durante la pandemia, mientras todo el mundo quedó envuelto en un gran silencio, Los Mustangs hicieron lo contrario y grabaron su primer disco, el cual no es solo una producción musical, “es la prueba de que todo lo que imaginamos se puede lograr y que a veces cuando todo se detiene, no significa que hasta ahí llegaremos, sino que es la señal para luchar más y encontrar las respuestas en lo que queda cuando el ruido externo se apaga”.
Ellos admiten que la banda no se creó para “lograr algo”, sin embargo, la satisfacción de llegar lejos en una ciudad en la que el apoyo es escaso, los impulsa.
Por eso, ya empiezan a proponerse metas ambiciosas, pero posibles, como lo es participar en un Rock al Parque, el festival de rock más grande del país y uno de los más grandes de Latinoamérica, no solo por el reconocimiento, sino porque quieren mantener vivo este género, que les ha brindado tanto.