El Coliseo Toto Hernández de Cúcuta no es solo un espacio para la competencia, es un escenario donde se driblan miedos, se bloquean barreras, pero, sobre todo, se encestan sueños. En cada rincón de este lugar se conectan vidas, historias de lucha, tragedias personales, pero también un firme deseo de superación a través del deporte.

Aquí, los deportistas enfrentan sus propios límites, transformando cada entrenamiento, cada partido, en una muestra de resiliencia. Con cada triple lanzado y cada pase dado demuestran que el verdadero desafío no está solo en la cancha, sino en superar los estigmas que la sociedad impone. En este maderamen los esfuerzos se convierten en un testimonio de fortaleza, revelando el inmenso potencial que llevan dentro.

Y eso sí que lo saben muy bien los integrantes de Norte BSR, el equipo de baloncesto asistido o en silla de ruedas de Norte de Santander que decidió hacer de la adversidad un arma de lucha y de superación que los ha llevado lejos. 

No en vano se precian de ser hoy por hoy los subcampeones del Torneo Interligas 2024 que se disputó en Cúcuta y los campeones del Torneo Internacional de Baloncesto en silla de ruedas celebrado en México, en junio pasado.